El consumo en el hogar representa el gasto en los bienes necesarios para satisfacer las necesidades familiares. El aumento de precios en productos y servicios nos pueden obligar a tomar medidas para mejorar el ahorro en el hogar y adecuarnos al nuevo presupuesto familiar.

Existen muchas opciones para optimizar la elaboración y aplicación de un presupuesto. Pero los principales conceptos de gasto se tienen que revisar para comprobar que estamos haciendo el mejor uso de esos recursos.

¿Cómo ahorrar en los gastos más comunes del presupuesto familiar?

  • Reducir el consumo de energía. Utilizar luz artificial sólo cuando sea necesario, no dejar luces encendidas, sustituir las bombillas convencionales por las halógenas de bajo voltaje, o por lámparas fluorescentes compactas, ya que éstas proporcionan el mismo nivel de iluminación, duran ocho veces más y ahorran hasta un ochenta por ciento de energía.
  • Contratación de tarifas telefónicas económicas. Hacer una comparación de tarifas que se ajusten a las necesidades reales de la familia y evaluar la más rentable. Realizar preferentemente llamadas durante el horario reducido ahorrará hasta el cincuenta por ciento. Es recomendable solicitar información a la compañía telefónica sobre bonos y planes de descuento.
  • Prevención en el consumo de gas. Para optimizar el consumo de gas, es necesario verificar que los aparatos donde se emplea este combustible se encuentran en buenas condiciones de funcionamiento. La principal causa de un consumo ineficiente radica en fallas en este tipo de aparatos.
  • Ahorro en el consumo de agua. Un grifo abierto gasta cinco litros de agua por minuto. Un grifo goteando aproximadamente sesenta litros de agua al día. Cuidar que no existan fallas en el suministro de agua, nos ayudará a ahorrar y apoyaremos las medidas ecológicas para conservar este importante recurso. Otra medida importante es aprovechar al máximo la capacidad de la lavadora, lo que reducirá el consumo de agua, detergente y energía.
  • En la adquisición de aparatos eléctricos. Al comprar un aparato eléctrico será necesario revisar que consuma poca energía. Ejemplos: cuando se compra un refrigerador es recomendable elegir el de menor tamaño posible. Los que tienen congelador y refrigerador en la misma compuerta ahorran más energía, al contrario de los tienen sus compuertas por separado. Tomar en cuenta que aquellos que hacen hielo automáticamente aumentan el consumo de energía hasta de un veinte por ciento.

Asimismo, será necesario comprobar el consumo de los aparatos electrodomésticos en su etiqueta energética; los niveles A y B son los más eficientes.