Después de todas las festividades, la mayoría de las personas regresan a su vida cotidiana y se reincorporan en sus actividades como el trabajo y la escuela. Sin embargo, aunque las fiestas hayan terminado, en muchos casos existen deudas que no se saldarán hasta dentro de meses, según la modalidad que hayan elegido para pagarlas. A veces, estos pagos junto a los gastos fijos que tenemos en el hogar, ocasionan que suframos la llamada “cuesta de enero” en la cual nos vemos apurados para responder a nuestros compromisos. Listaremos algunas sugerencias para terminar con la cuesta y comenzar el año con el pie derecho.

 

  • Decídete a terminar con deudas innecesarias: si compraste una serie de luces a 18 meses sin intereses, contacta a tu banco o a tu tienda departamental y salda esa deuda. Aplica lo mismo para otros productos que hayas comprado de esa manera, si la deuda durará más que la vida funcional del artículo, lo mejor es pagarlo ahora. A pesar de que sean pagos pequeños, es una cantidad que estará mermando tu presupuesto mensual.
  • Elabora un presupuesto: aunque suene repetitivo, la elaboración de presupuestos es lo ideal en estas situaciones, ya que puedes dimensionar exactamente qué cantidad de dinero tienes y cómo la gastarás. Destina una parte importante a eliminar tus deudas para que puedas avanzar más. Evita salirte del mismo, por lo menos en lo que vuelves a equilibrar tus finanzas.
  • Haz un plan de pagos: comienza por la deuda que cuenta con mayor cantidad de intereses o con la que te resulte más pesada y aporta un poco más de lo normal. Recuerda que en el caso de créditos, si solamente estás pagando el mínimo, únicamente cubrirás la parte de intereses y no aportarás algo sustancioso al capital. Te recomendamos que prestes atención a este tema para que tus metas financieras no se vean afectadas ahora que el año está comenzando.
  • Evita contraer más deudas: algunas personas tienen la costumbre de adquirir préstamos o sacarle dinero a tarjetas de crédito para mitigar otras deudas. No te recomendamos esta práctica debido a que podrías entrar en un círculo vicioso que no te dejará salir y por el contrario, te verás apurado al no tener oportunidad de cumplir con todas tus responsabilidades.