Muchos de los gastos que realizamos son periódicos, ya que cada determinado tiempo acudimos a las mismas tiendas para adquirirlos.

Si nos tomamos el tiempo para analizar nuestras compras comunes y hacer una lista, tendremos una herramienta que nos ayudará a administrar nuestro dinero y monitorear en qué lo estamos utilizando.

Estos son algunos ejemplos de las compras que podemos identificar dentro de nuestras listas:

  • Reabastecemos nuestra despensa de forma constante. Compramos lo necesarios para que nuestro hogar funcione día con día. Hagamos una lista para no comprar demás.
  • Es un artículo que puede adquirirse cada determinado tiempo.
  • Artículos escolares. Sabemos que cada inicio de ciclo escolar será necesario que compremos los útiles, uniformes y todo lo necesario para solventar la educación de los hijos.
  • Artículos de oficina para el hogar. En esta categoría se encuentran los artículos necesarios para que los niños realicen sus tareas en casa, como el papel, cintas adhesivas, marcadores, pegamento, etc.
  • Regalos para diferentes fechas. Las ocasiones especiales, como los regalos de Navidad, los cumpleaños, o los aniversarios, son motivo para que compremos obsequios para nuestros seres queridos.


Una compra planeada supone ahorro

Si planeamos nuestras compras podemos adquirir los productos que necesitamos de forma anticipada. Eso representa ahorro porque aprovechamos descuentos, porque compramos a granel o porque buscamos con tiempo las mejores opciones para realizarlas. Sin embargo, cabe mencionar que no siempre es posible hacer compras con mucho tiempo de anticipación, por ejemplo, en el caso de los productos perecederos.

Si optamos por aprovechar las grandes tiendas de descuento por volumen, debemos destinar un espacio en el hogar para almacenarlos y evitar que se maltraten, que se desperdicien o que se afecten en la intemperie. Convendría escoger un área que esté a temperatura fresca y bien despejada para almacenar los productos que compremos en grandes cantidades. De esta manera, podremos surtir nuestra alacena cada vez que hagan falta. Así no sólo habremos ahorrado dinero, sino también tiempo.