Tal vez la cena romántica a la luz de las velas del día de San Valentín no sea el momento ideal para decirle a tu pareja: “Amor, hablemos de nuestro futuro financiero”. Probablemente consideres que los temas financieros son poco románticos. Sin embargo, se trata de una conversación muy importante que te recomendamos tener para que tu relación avance a paso firme y de manera saludable.

Si no has tenido recientemente una conversación franca acerca de las finanzas familiares con tu pareja y no sabes muy bien cuál es el próximo paso a seguir, aquí te brindamos algunas sugerencias.

Planeen una cita para hablar de finanzas. Aunque ambos estén de acuerdo en todo lo concerniente a las cuestiones financieras, es importante que quien normalmente maneja las finanzas mantenga siempre informada a su pareja de todos los pormenores.

No pospongan las conversaciones incómodas. Si uno de los dos accidentalmente sobregiró la cuenta y el cheque rebotó por falta de fondos, o si se te olvidó hacer un pago, no esperes a la próxima reunión para platicar sobre el problema, ni trates de ocultarlo. Eso sólo empeorará la situación y creará una atmósfera de desconfianza. Enfrenten la situación juntos para poder resolver el problema lo más pronto posible. Es posible que de esta forma inclusive se ahorren cargos y penalidades adicionales.

Mantengan un frente unido. Cuando se enfrenten a malas noticias. Por ejemplo, que bajó el saldo del fondo de jubilación del último trimestre o que uno de los dos perdió su empleo de manera inesperada, la comunicación será aún más importante. Quizás necesiten reestructurar su presupuesto y apretarse más el cinturón; a lo mejor, habrá que cambiar temporalmente algunos planes, como podría ser el caso de tener que posponer la jubilación. En cualquiera de estos escenarios, te recomendamos hablar del tema con tu pareja para que puedan llegar a un acuerdo de manera que ambos queden tranquilos.

Reafirmen sus metas. Las parejas a menudo comienzan su vida en común con un plan bien establecido, y de pronto surge un incidente inesperado que los obliga a modificar sus metas y prioridades. Hablen regularmente sobre cómo se sienten respecto a temas importantes como son el tamaño de la familia, los cambios de carrera, el financiamiento para la universidad de los hijos (o los estudios de ustedes mismos), el nivel de riesgo financiero que les resulta aceptable a ambos, cuándo y cómo desean jubilarse, y cómo van a cuidar de sus padres en el futuro.

Actualiza tus documentos. Asegúrate de que tus documentos legales y financieros estén al día y reflejen tus deseos actuales. Esto incluye testamentos, pólizas de seguro, poderes otorgados para cuestiones financieras y médicas, fondos de jubilación, fondos de inversión y otras cuentas en las que los beneficiarios y personas nombradas tengan control sobre tu salud y finanzas.

Apéguense al presupuesto. Algunos de los peores desacuerdos en los matrimonios ocurren cuando uno o ambos miembros de la pareja no se apegan al presupuesto familiar. Si no cuentan con un presupuesto, existen muchas herramientas disponibles para crearlo.

Busca ayuda. Si descubres que probablemente necesitas ayuda para establecer tus metas financieras, cuentas con varios recursos externos disponibles como especialistas en planificación financiera o asesores financieros. Acércate a ellos y mantén siempre unas finanzas sanas.